domingo, 18 de mayo de 2014

La Virgen de Pastoriza

"como Santa Maria fez parecer nas pedras omagees a ssa semellança"
(Cantigas de Santa María, XXIX)


En realidad, la Virgen de Pastoriza (Arteixo) fue, antes de asumir su avatar cristiano, una moura. Una de esas mouras que se aparecía, como sabemos por el folklore de las mouras, en ciertos penedos.

El pueblo siempre ha sentido especial reverencia por las piedras con formas o huellas antropomorfas, que creía manifestación formal de la divinidad, iconos en los que la divinidad se materializaba milagrosamente representándose a sí misma, sin que la mano del hombre interviniese en el proceso (imágenes aquiropoyetas). Así pues, la frecuente aparición de imágenes sagradas no se refiere al hallazgo casual de esculturas o pinturas realizadas por la mano humana, sino a un tipo de figuras naturales como la que estamos examinando, transmutadas por la devoción popular en imágenes sagradas paridas por la divinidad, que se engendra a sí misma de forma milagrosa. 


En esta fotografía podemos observar a la verdadera Virgen de Mont Saint Michel. Sobre ella se encuentra una inscripción que nos informa de que estamos ante la Santa Virgen de Monte Tumba. Claro que si uno no se fija mucho en la piedra podrá considerarla una roca que por casualidad quedó así, emergiendo de los cimientos, y que también por casualidad se colocó allí la inscripción dedicada a la Virgen.

El tecnicismo acheiropoiesis se refiere a la creación milagrosa sin la intervención humana, sin artificio, a pesar de que en el caso de la madonna Achiropita de Rossano (Calabria) la interpretación de su nombre haya dado lugar a la glosa "id est, non manu picta".  

Cuenta Leandro Carré Alvarellos que, según la tradición mantenida en Pastoriza, ante una invasión normanda, o tal vez de musulmanes, "se ocultó entre unas peñas del monte la sagrada imagen de la Virgen para librarla de la posible profanación de los invasores. La pequeña y tosca iglesia fue destruida, pero la efigie se libró permaneciendo oculta años y años, quizá por haber perecido la única persona que sabía el lugar donde estaba escondida. Hasta que un día, una niña inocente que andaba con una vaca en la pastoriza o pastizal vio una estrella reluciente sobre una aglomeración de peñascos en la parte alta del monte; aquella visión de la estrella se repitió y entonces ella contó cómo se le había aparecido varias veces. Esto dio lugar a que se escudriñasen todos los huecos y junturas de aquellos peñascos hasta que al fin se descubrió la imagen de la Virgen, oculta en una oquedad bajo una gran piedra, la cual desde entonces fue llamada "O Berce da Virxe", o sea "La Cuna de la Virgen"; por ese hueco bajo la peña se deslizan muchísimas personas para librarse de pecado o curarse de ciertas enfermedades".

Es la piedra antropomorfa que ilustra esta entrada, en la que aparecen formas naturales que recuerdan las de un cuerpo femenino acostado (cabeza, tronco con nacimiento de los brazos, cintura, nalgas y extremidades inferiores), por ello resulta verosímil que esta imagen aquiropoyeta haya sido la moura o la original Virgen de Pastoriza. En esta identificación de la divinidad de Pastoriza con esta piedra que se sitúa inmediatamente debajo de la cueva conocida como Berce da Virxe, es importante notar que es posible deslizarse bajo ella, descubriendo en el revés grandes oquedades o taffoni, tal y como se refleja en la leyenda de Carré Alvarellos. Quizá, después de todo, las conchas de vieira que marcan la zona púbica de la moura de Pastoriza sean, más que una bonita decoración producto del momento y el azar, una muestra de que la identificación de esta piedra con la divinidad femenina de la montaña sigue viva.


El proceso neurológico mediante el cual el ser humano es capaz de identificar ciertas formas naturales de las nubes, o de las piedras, con elementos u objetos existentes en su entorno y relevantes para él (pareidolia), y la explicación de esas formas como producidas por la divinidad, como manifestaciones de ella, sin que haya intervención de la mano humana (aquiropoesis), tienen un precioso documento en la cantiga 29 del rey Alfonso X: "Esta é como Santa Maria fez parecer nas pedras omagees a ssa semellança" (Esta trata de como Santa María hizo aparecer en las piedras imágenes a su semejanza).

Lo más extraordinario de esta cantiga es su refrán, el reconocimiento de que se trata de una proyección mental de unas formas y dimensiones (feituras) preexistentes: "Nas mentes senpre téer devemo-las sas feituras / da Virgen, pois receber as foron as pedras duras".

No podemos dejar de añadir un documento antiguo del culto a divinidades femeninas aquiropoyetas en Hispania, así como de su incipiente destrucción por parte del cristianismo, aunque posteriormente fueron asimiladas por esta religión: "non manufactum istud idolum [lapideum], quod nec oculos, nec manos nec pedes habet" (Bendala Galán). Se trata de la descripción de la diosa Salambó (antecedente de la Dolorosa) según testimonio de las santas Justa y Rufina, que aborrecían al ídolo de piedra no realizado por la mano del hombre, sin ojos, manos ni pies, y sin alma, pero que a pesar de eso lloraba la muerte de su amado.

Más información: otro caso de Virgen aquiropoyeta en Galicia, Nuestra Señora de Chamorro.

sábado, 17 de mayo de 2014

Pedra do Carallo

Menhir de demarcación conocido como Pedra do Carallo, Marco da Anta (Monteagudo, 2003), Pedra do Guicho, Marco do Ramallal... Mide 2,05 m y está situado en Santa Locaia de Arteixo.

Existen múltiples palabras en las lenguas románicas derivadas del latín quadrum, "menhir, piedra trabajada por los cuatro lados".

Varias presentan una evolución del grupo dr hacia la vocalización del primer elemento: así el provenzal cairel o el topónimo gallego Cairo (Lousame, Bande, A Pontenova, Ponteceso...). En el caso del topónimo catalán Caral (transformado en Cavall por evitación eufemística) es posible pensar en una reducción del diptongo, partiendo de formas derivadas de quadrum, como quadrellum. En otras ocasiones el grupo dr se resuelve en una vibrante múltiple, como el topónimo Carro (cfr. Carro Freito, año 936, Caaveiro, proveniente de quadrum fractum, "menhir fracturado").

Por otra parte, era costumbre que los marcos, menhires e hitos de demarcación se calzasen con unas piedras que recibían el nombre de testigos, del latín testis (v. Du Cange, testis termini, testacius terminus), porque daban fe de que el límite seguía en línea recta, o en cierta forma marcada por los testis.

El menhir conocido como Pedra do Carallo, situado en Santa Locaia de Arteixo, es un clarísimo ejemplo gráfico de que la denominación anatómica que reciben los genitales masculinos, carallo y testículos, se ha tomado del campo semántico del megalitismo, en concreto de los dos términos que designan los elementos que forman el hito demarcatorio, el quadrum y sus testis, en virtud de un símil formal. Por lo que no resulta desencaminada la hipótesis tradicional que considera que este tipo de megalitos fueron considerados símbolos fálicos.

Menhires y marcos de Portugal y Galicia, de Monteagudo García (Anuario Brigantino, 2003).

domingo, 11 de mayo de 2014

Cristo dos Callós

Todo lo que se ha dicho sobre la necrópolis megalítica de Pena Faladora puede aplicarse a la vecina del Cristo dos Callós (San Pantaión de Cabanas, Ourol - Lugo). Que esté apenas estudiada, sin señalizar, y en un estado de conservación lamentable no impide notar su carácter monumental y la visibilidad de los túmulos respecto del cordal en que están situados, así como su inmediata relación con vías de tránsito pecuarias (O Couso = Camiño do Couso y Fonte das Bestas: registro catastral del Visor PBA de la Xunta de Galicia).

Se compone de siete mámoas, algunas de enormes dimensiones: aproximadamente 20 m de diámetro. Todas ellas presentan cono de violación, aunque el matorral que las cubre no facilita ver si conservan restos de la cámara megalítica, lo cual es más que probable en el caso de la mayor de ellas.


El topónimo Cristo dos Callós hace referencia a una cruz direccional, una cruz no cristiana, que, como la del Cristo da Faladora, estaría junto a los túmulos indicando el itinerario. Pero allí arriba en Os Callós no queda rastro de ninguna cruz alta. La sorpresa nos la llevamos en el adro de la cercana iglesia de San Pantaión de Cabanas, a donde quiero pensar que se trasladó para su preservación el Cristo dos Callós. Allí nos encontramos con esta magnífica cruz monolítica de algo más de 2 m de altura , gemela del Cristo da Faladora.


Posiblemente se trate de una cruz de los caminos, una cruz, por lo tanto, pagana, que se ha cristianizado grabándole otra cruz en la intersección.


Más información sobre los Cristos y cruces de esta zona: Cruces de pedra do Concello do Vicedo (del blog A bufarda do mouro), Cruces e cruceiros de pedra das Grañas do Sor (del blog Pola volta do Sor).

Información logística fundamental para sobrevivir sobre el terreno en este far west galaico: la opción más recomendable es conseguir llegar a Ponte Segade y en la taberna del río, disfrutar de un excelente pulpo o un churrasco sentados en un antiquísimo limes, hoy límite interprovincial, marcado por el río Sor; como aquellos curas que solían merendar juntos en el Cristo dos Xuncos de Mouraz sin salir de sus respectivos concellos. O Mesón da Ponte 981418935.

domingo, 4 de mayo de 2014

Betanzos

Metacios fue el nombre de una diócesis o territorio medieval cuya situación exacta se desconoce, al no conservarse el topónimo, ni textos que permitan su reducción a ningún lugar. En el blog Flor na Area su autor, Cossue, ha localizado un testimonio que sitúa un Valle del Metaçio junto al río Deza (Metaçios). Por lo que parece, estamos ante dos lugares distintos que llevaban el mismo nombre, lo cual es frecuente en toponimia.

Este tipo de topónimos podría tener un origen romano relacionado con el término metatio o castrametatio, "planta o traza sobre la cual se establece un campamento, límite de un establecimiento", evidentemente relacionado con meta. En el Glosario de Du Cange se encuentra un metator con el significado de "aposentador", de lo que se desprende un sentido de aposentos para metationes.

Por analogía con otras palabras, el término se puede encontrar como castramentatio, con una nasal parásita que podría ser responsable de la disimilación que origina Betanzos, en donde se observaría una desnasalización de la m- inicial, y traslado de la nasal parásita a la sílaba siguiente: Metazos > Betanzos.

Además, en la zona de Betanzos se encuentra el topónimo Cortiñán, de cohortem; la motivación de los dos topónimos vendría dada, en ambos casos, por el establecimiento de militares romanos en el territorio de A Mariña.

jueves, 1 de mayo de 2014

Trasladando megalitos con agua

Mural asirio del Palacio de Senaquerib (British Museum) mostrando el transporte de un toro alado
(clic sobre la imagen para ampliar).

En Sliding friction on wet and dry sand, publicado en Physical Review Letters este 29 de abril, los autores demuestran, a partir de la pista que proporciona un mural egipcio, que el transporte de enormes bloques de piedra sobre trineos se puede realizar con mayor facilidad si el terreno (en este caso arena) está humedecido con agua. Parece ser que los egipcios situaban en la proa del trineo a una persona que iba vertiendo agua para facilitar el deslizamiento, aunque no eran los únicos.

Este sistema aparece también en el mural asirio del British Museum, donde además se documenta el uso del shadoof (mecanismo de palanca para extracción de agua) con el objeto de irrigar el terreno bajo la plataforma de transporte, lo que ya se había puesto en relación con el deslizamiento de pesadas cargas (Moorey: Ancient Messopotamiam Materials and Industries).

Pintura mural de la tumba de Djehutihotep (C) American Physical Society.

Fonte da Barroca



A pesar de la pía irregular, casi perla barroca, que recoge el agua de esta fuente de Vigo, el topónimo, por su situación en la fuerte pendiente que lleva al Paseo Alfonso desde la Ribeira do Berbés, parece una variante del galaico-portugués-leonés barrouca, "cumbre, barranca", de filiación prerromana, como barranco.